Illes Balears – Arabay puede que sea el gran desconocido para muchos aficionados al ciclismo en España, pero, aunque no siempre se reconozca, le debemos mucho al equipo balear. De hecho, es el único equipo español de categoría continental, lo que supone una plataforma clave para que muchos ciclistas tengan esa categoría puente tan necesaria para dar el salto al profesionalismo.
Una gota en el desierto del ciclismo español
No se puede ilustrar mejor la realidad de nuestro ciclismo. Queremos tener al próximo ganador del Tour de Francia, pero no somos conscientes de que, para que esa posibilidad siquiera exista, debemos mirar a la base y analizar en detalle qué se está haciendo y qué no.
En el pasado Giro de Italia sub-23 recibimos la noticia, por desgracia, de que no íbamos a tener representación española en cuanto a equipos se refiere. Sí hubo algún corredor español, pero integrado en equipos extranjeros. Esto puede considerarse el primer síntoma de que el paciente está en estado crítico: si no tenemos equipos en las mejores carreras sub-23, no podemos permitirnos el lujo de afirmar que se están haciendo bien las cosas, y mucho menos pensar en ganar en los escenarios más importantes a nivel mundial.
Primeros puntos en el Sibiu Tour
Por eso, la existencia de equipos como Illes Balears – Arabay es una auténtica bocanada de aire fresco para todos aquellos ciclistas que necesitan una fase de maduración antes de llegar al profesionalismo. Serían necesarios tres o cuatro equipos más como este.
Después de sumar el primer punto del año gracias a Sergio Trueba en la tercera etapa de la Vuelta a Asturias, fue en la carrera rumana Sibiu Tour donde los baleares empezaron a destacar. Álvaro Sagrado y José María García consiguieron un total de 44 puntos, lo que permitió al equipo Illes Balears – Arabay escalar algunos puestos en la clasificación UCI.
También brillaron en la prueba portuguesa GP Internacional Torres Vedras, donde Sagrado finalizó 12.º en la general. De hecho, él, junto a José María García y Ricard Fito, serán los encargados de buscar buenos resultados en lo que queda de temporada. Con el calendario español como tramo final del año, seguro que veremos a los baleares mostrando un buen golpe de pedal para sumar los puntos necesarios y evitar los últimos puestos de la clasificación.

Álvaro Sagrado, Imagen Vía: Ciclismo a fondo
Illes Balears- Arabay proyección de futuro
Esperemos que así sea, porque, como hemos indicado antes, es vital la presencia de equipos en esta categoría. Deben seguir trabajando de la misma manera: sin obsesionarse con los resultados y centrados en formar a corredores jóvenes con aspiraciones profesionales.
Lo más positivo de este año ha sido precisamente eso: la capacidad de mantener el bloque de 2024 y el crecimiento que han demostrado los ciclistas durante la temporada. Aunque perdieron a su buque insignia, Molenaar, el equipo ha logrado reforzar su clase media, y eso no hace más que hablar bien de la proyección que están llevando a cabo.
¡Mucha suerte, Illes Balears – Arabay!