Rui Costa se retira: el ciclista que nunca daba un relevo de más

Se despide Rui Costa del ciclismo a los 38 años. El portugués, uno de los grandes nombres de las última dos décadas, pone punto final a su carrera profesional. Un palmarés de escasos triunfos, pero de enorme calidad. Costa no era ni mucho menos el corredor más talentoso de su generación, pero sí ha sido uno de los que mejor olfato y estrategia han tenido de lo que llevamos de siglo en el ciclismo.

Su carta de presentación fue en el Tour de Francia de 2010, aunque no por una victoria . En el final de la sexta etapa, tuvo un encontronazo con el ciclista asturiano Carlos Barredo, que lo resolvieron a puñetazo limpio y ambos acabaron en el suelo. Al parecer, Rui Costa había sacado los codos más de lo debido y Barredo se lo recriminó, la UCI les multó a ambos con 400 francos suizos.

Rui Costa (Caisse d'Epargne) y  Carlos Barredo (Quick Step) al finalizar la sexta etapa del Tour de Francia 2010. (Crédito de la imagen: Bettini Photo)

Rui Costa (Caisse d’Epargne) y Carlos Barredo (Quick Step) al finalizar la sexta etapa del Tour de Francia 2010. (Crédito de la imagen: Bettini Photo)

 Este incidente, si bien antideportivo, definió de alguna forma el perfil de Costa. Correoso, duro, sin dar un relevo de más nunca y midiendo sus esfuerzos con una precisión quirúrgica.

Rui Costa es de los que se hacía ver poco, a veces parecía que no estaba en carrera. Pero a la mínima que sacaba la cabeza, su nombre entraba automáticamente en las quinielas para llevarse el triunfo. El portugués tenía un instinto natural, solamente al alcance de los mejores, para manejarse en las fugas. Y, sobre todo, sabía esperar siempre su momento para lanzar un ataque, que cuando lo hacía era casi siempre decisivo.

Victorias en el Tour de Francia y campeón del mundo en Florencia 2013

En el 2011 se llevó su primera etapa en el Tour de Francia, una etapa por el Macizo Central con final en Super-Besse Sancy. Dos años más tarde, en 2013, se llevó otras dos etapas una con final en Gap y otra en una jornada alpina con llegada a Le Grand Bornard. Todas victorias en solitario tras resolver fugas de gran calidad, a su manera, sin dar nunca un relevo de más.

Rui Costa no solamente era un gran cazaetapas. Entre 2012 y 2014 se llevó tres ediciones consecutivas de la Vuelta a Suiza, un récord todavía vigente.

Y claro, está Florencia, con aquella tarde del 29 de septiembre de 2013, que todavía permanece como una de las paginas más negras del ciclismo español y una de las doradas del ciclismo portugués. Porque en Florencia, Costa fue más Rui Costa que nunca. Con un recorrido de gran exigencia y tras más de 270 kilómetros, fue capaz de resolver una fuga que la lideraba la selección española con Alejandro Valverde y Purito Rodríguez. Costa se vistió de arcoíris en uno de los pódiums más tristes de la historia: Purito, a lágrima viva, acabó con la plata, y Valverde, con un gesto de circunstancia, con el bronce.

Purito, Rui Costa y Valverde, en el pódium de Florencia 2013 (Reuters)

Purito, Rui Costa y Valverde, en el pódium de Florencia 2013 (Reuters)

Ya en el final de su carrera fue capaz de ganar una etapa en la edición de 2023 de la Vuelta a España con final en Lekumberri, tirando de veteranía, fiel a su estilo de no aparecer hasta el momento final.

Su palmarés también lo completan victorias en el GP de Montreal, una etapa en el Dauphiné, el Tour de Abu Dhabi, la general de la Volta a la Comunitat Valenciana y cinco títulos de Campeón de Portugal ( tres en ruta y dos contrarreloj).

Rui Costa: un ataque, una bala.

Costa ha sido uno de esos ciclistas imprescindibles de las últimas décadas. Criticado muchas veces por su conservadurismo en carrera, pero un corredor plenamente consciente de sus limitaciones. Un físico que no le daba para estar con los mejores, pero que lo compensaba con una forma de leer las carreras con una inteligencia y estrategia como pocos. El portugués presumía de una forma de correr que ya no se estila. Un ciclismo de instinto, a la espera del momento y siempre con la premisa de un ataque una bala. Obrigado Rui.

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