El pasado 13 de abril fue la última vez que vimos competir en carretera a Mathieu van der Poel. Ese día, el ciclista neerlandés consiguió su octavo Monumento en los adoquines de “El Infierno del Norte”.
Tras este logro, el equipo Alpecin y el propio Mathieu van der Poel tomaron la decisión de no competir en ninguna de las tres pruebas que conforman el Tríptico de las Ardenas. ¿La razón? Prepararse de la mejor forma posible para la Copa del Mundo de MTB en Nove Mesto.
El día previo a su debut en la República Checa, saltó la noticia en el seno del equipo Alpecin – Deceuninck. Christoph Roodhooft, director deportivo de la formación belga, confirmaba en una entrevista a HLN que el corredor neerlandés tenía programado competir en el Critérium del Dauphiné.
Una decisión que se tomaba con el claro objetivo de optimizar la forma física del ciclista de Kapellen de cara al Tour de Francia. “Hoy en día, si quieres competir al más alto nivel, tienes que hacer todo correctamente. Incluso si te llamas Mathieu van der Poel. Eso Mathieu lo sabe mejor que nadie. No va a dejar nada al azar, él quiere estar en su punto de forma óptimo para la Grand Départ el 5 de julio en Lille”, explicó Roodhooft.

Imagen vía: WielerFlits
La primavera del ciclista de 30 años ha sido, sin lugar a duda, una de las mejores de su carrera deportiva. En únicamente doce días de competición, van der Poel ha conseguido cuatro victorias, incluyendo dos de los cinco Monumentos: la Milán-San Remo y la París-Roubaix. No obstante, en estos momentos, la segunda parte de su temporada se encuentra en standby tras sufrir una aparatosa caída en la Copa del Mundo de Mountain Bike.
Caídas y susto en Nove Mesto
El ciclismo de montaña no es la disciplina en la que van der Poel se siente más cómodo. En sus tres últimas carreras en esta modalidad, el neerlandés se ha tocado el suelo en todas: en los JJ.OO de Tokio, en el Mundial de Glasgow y en Nove Mesto.
Tras casi dos años sin competir en MTB, el ciclista de Alpecin volvió a subirse a una bicicleta de montaña el pasado domingo —su última comparecencia en esta modalidad fue en el Mundial de Glasgow 2023—. Sin embargo, el neerlandés sufrió dos caídas, una de ellas al chocarse con uno de los postes del recorrido y la segunda al salir disparado en la sección de saltos del trazado. Estos dos percances acabaron provocando que no pudiese terminar la prueba.
Futuro incierto
Tras su retirada en República Checa, el corredor neerlandés acudió al hospital de Herentals (Bélgica) para evaluar las lesiones sufridas. El día previo al comunicado del equipo, el medio belga Sporza publicaba que la gravedad de las lesiones del ciclista eran mayores de las que en un principio se presuponían. Esto provocó que saltasen todas las alarmas debido a la proximidad de su siguiente gran objetivo: el Tour de Francia.
En la tarde del 26 de mayo, el equipo Alpecin – Deceuninck confirmó que la caída había provocado una fractura de escafoides y daños en el ligamento de la muñeca. En un principio, el de Kapellen tenía programado viajar a La Plagne para unirse a su equipo en la concentración en altitud. Sin embargo, este contratiempo ha provocado que su calendario se haya tenido que ver modificado.
Por el momento, su participación en el Critérium del Dauphiné es una incógnita. Tal y como informa el parte de lesiones, las evaluaciones médicas que se realizarán en los próximos días esclarecerán si podrá tomar la salida el próximo 8 de junio. No obstante, lo que sí que parece claro es que su participación en la Grand Boucle no debería correr peligro.