El Tour de Francia afronta su tercera semana tras el último día de descanso. Los ciclistas encaran una etapa final de la carrera en la que la montaña será protagonista y donde se decidirá, de forma definitiva, la clasificación general.

Tadej Pogacar llega como líder con una amplia ventaja (4’13”) sobre Jonas Vingegaard, quien no se rinde y ya ha declarado que intentará asaltar el liderato.
Por detrás de los dos grandes nombres del pelotón se encuentra Florian Lipowitz, quien, tras la baja de Remco Evenepoel, parece asentarse en el tercer cajón del podio, por delante del resto de favoritos a esa posición.

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A continuación, analizamos las tres etapas fundamentales que decidirán el Tour de Francia y revelarán al nuevo campeón de la carrera. También destacamos la última etapa de esta edición del Tour de Francia, donde es posible que desaparezca el sprint tradicional.

Etapa 16: Montpellier – Mont Ventoux (171,5 km) – 2.950 metros de desnivel positivo

Martes 22 de julio

Perfil de la etapa 16 del Tour de Francia
Imagen vía: letour.fr

Tras el día de descanso, llega una de las etapas más esperadas de esta edición del Tour de Francia: la que finaliza en la mítica cima del Mont Ventoux.

Aunque el perfil de la etapa es plano durante la mayor parte del recorrido, la ascensión final a este puerto fuera de categoría le da un carácter especial. Pogacar, Vingegaard y el resto del pelotón lucharán por inscribir su nombre como vencedores en esta legendaria montaña.

El Mont Ventoux tiene 15,7 kilómetros con una pendiente media del 8,8%, alcanzando casi los 2.000 metros de altitud. Su rasgo distintivo es la ausencia de vegetación en gran parte de la subida, lo que hace que el viento juegue un papel clave durante la ascensión.

Mont Ventoux
Imagen vía: procyclingstats

Etapa 18: Vif – Courchevel (Col de la Loze) (171,5 km) – 5.450 metros de desnivel positivo

Jueves 24 de julio

Perfil de la etapa 18 del Tour de Francia
Imagen vía: letour.fr

La etapa reina del Tour. La que más desnivel acumula. La que lo puede decidir todo —si es que algo queda por decidir.

Los ciclistas llegan a los Alpes en una etapa de 171,5 kilómetros con tres puertos, todos fuera de categoría, y prácticamente sin tramos llanos.

Veremos cómo juegan sus cartas los favoritos, pero sin duda, no hay una jornada más dura que esta. Si alguien quiere atacar desde lejos, esta es la etapa ideal.

Col du Glandon: 21,7 km al 5,1% de pendiente media.

Col du Glandon
Imagen vía: procyclingstats

Col de la Madeleine: 19,2 km al 7,9%, uno de los grandes puertos de esta edición.

Col de la Madeleine
Imagen vía: procyclingstats

Col de la Loze (Courchevel): 26,4 km al 6,5%, con su cima a 2.304 metros. La altitud podría ser determinante.

Col de la Loze
Imagen vía: procyclingstats

Pogacar buscará resarcirse de su actuación en este mismo escenario en 2023, donde fue completamente superado y quedó fuera de la lucha. Desde entonces, no ha vuelto a mostrar una debilidad similar.

Etapa 19: Albertville – La Plagne (129,9 km) – 4.550 metros de desnivel positivo

Viernes 25 de julio

Perfil de la etapa 19 del Tour de Francia
Imagen vía: letour.fr

Última etapa de montaña del Tour de Francia 2025, y por tanto, la última oportunidad para modificar la clasificación general antes del cierre.

Aunque es una etapa corta, está cargada de ascensiones encadenadas desde casi el inicio, con escasos metros llanos. Promete ser una jornada muy movida y táctica.

Los ciclistas ascenderán, en este orden:

  • Côte d’Héry-sur-Ugine (11,3 km al 5,1%)
  • Col des Saisies (13,7 km al 6,4%)
  • Col du Pré (12,6 km al 7,7%)
  • Cormet de Roselend (5,9 km al 6,3%)

El puerto final será La Plagne, con 19,1 kilómetros al 7,2% de pendiente media, y su cima por encima de los 2.000 metros de altitud.

La Plagne
Imagen vía: procyclingstats

Etapa 21: Mantes-la-Ville – Paris Champs-Élysées (132,2 Km) – 1.100 metros de desnivel positivo

Domingo 27 de julio

Perfil de la etapa 21 del Tour de Francia
Imagen vía: letour.fr

Como novedad, este año el Tour de Francia nos presenta un nuevo trazado al ya tradicional. Con la triple subida a Montmartre, se abre el abanico de posibilidades para ciclistas que no sean sprinters, por lo que es un nuevo aliciente para disfrutar de la etapa, y no del típico paseo por París cuyo desenlace es siempre el sprint.

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