Hilario Marquina «Jaro» y Ángel Buenache, director y expresidente, respectivamente, de la Unión Ciclista San Sebastián de los Reyes, el antiguo equipo de Pablo Torres antes de fichar por UAE, hablan en El Farolillo Rojo.

Una Unión Ciclista «Sanse» que en este 2025 cumple 50 años (1975-2025) de amor por el ciclismo y por los valores del deporte. Hasta 6000 niños de todas las edades han pasado por esta escuela ciclista de gran arraigo en la ciudad de San Sebastián de los Reyes, al norte de Madrid. Entre estos 6000 niños, corredores profesionales, medallistas olímpicos, mundialistas, ganadores de etapa en Tour y Vuelta y, por supuesto, también Pablo Torres
Pregunta: Antes que nada ¿Cómo se encuentra Marcos Díaz-Perona después de su grave accidente? (Marcos sufrió un grave accidente el día 12 entrenando en el puerto de Morcuera y desde entonces se encuentra ingresado en el Hospital Ramón y Cajal).
Ángel: Su evolución es favorable. Su accidente ha sido grave y sigue en la UCI, pero su evolución es muy buena. Ha despertado del coma inducido y el lunes se le operó de una fractura en el brazo izquierdo y ya está despierto. Puede mantener pequeñas conversaciones y ya come por vía oral. Esperemos que en una semana pueda estar en casa.
P: Una fantástica noticia. Cambiando de tercio, ¿Cómo nace la Unión Ciclista Sanse hace ya 50 años?
A: Sí, hace ya 50 años en San Sebastián de los Reyes y nace de un grupo de padres que fueron corredores en los años 50 y 60 que deciden montar este club para que sus hijos hagan deporte
P: Y 50 años después, ¿En qué se ha convertido este equipo con el paso del tiempo?
Jaro: Este equipo se ha convertido en un icono del ciclismo local. Creo que somos un equipo que hace un ciclismo diferente. Y aquí lo que tenemos que hacer es que crezcan como personas. Uno de nuestros lemas es «educar deportistas». Esto es una escuela de vida. Por encima de todo están los valores. Y si no se llega al profesionalismo, hay un millón de salidas y nosotros les formamos como personas.
A: Completamente de acuerdo con Jaro. Por encima de todo están los valores y la formación. De estos 160 chavales que hay ahora mismo en la escuela, solo 1 llegará, a lo mejor ninguno, pero lo importante de esto no es el profesionalismo. Es lo último en lo que pensamos. Son más de 6000 chavales que han pasado por aquí y el índice de fracaso como personas es prácticamente inexistente.

P: ¿Cómo es un día en carrera y qué preparación tiene?
Lleva todo una preparación semanal. Con las convocatorias, se hace un selección en función del perfil de la clásica o de la vuelta y ya, depende de dónde es la carrera, a lo mejor hay que viajar el mismo día. Preparar todo, salir muy temprano y ya bien entrada la tarde de vuelta.
Si es una vuelta por etapas, salir el día antes para el tema del alojamiento, que cuando lleguen puedan soltar piernas y a competir. Hay que hacer mucha organización de material para que todo salga bien. En el momento en el que se te olvida podemos tener algún problema.
P: ¿Recuerdas algún día especialmente largo?
J: De esos hay muchos. A lo mejor salir un sábado a las 5 de la mañana, volver a la 1 de la mañana y al día siguiente muy temprano otra vez también en el coche porque como en Madrid hay pocas carreras, pues toca hacer trayectos muy largos, de 300 kilómetros, por ejemplo.

P: Miles de corredores han pasado por vuestras manos pero, ¿qué sentís cuando pensaís que hay algún corredor que puede ser especial?
A: ¿Sabes lo que ocurre? Durante tanto tiempo hay un mensaje que es vital. Yo cuando veo a una figura, yo veo que los campeones del futuro están en los pequeños clubes. El tejido asociativo es la base de todo. Contaba Jaro todo esto anteriormente (en refencia a la anterior respuesta), pues tu imagínate hace 25-30 años. Eso es el día a día. Pero te diría que siento la misma satisfacción cuando veo triunfar a alguien que ha pasado por el Sanse que cuando pasan por aquí y son pilotos, policías, bomberos…
Es un orgullo ver a alguien que llega a la élite (como Pablo Torres). Saber que han pasado su infancia, su juventud y en general muchas horas contigo. Igual que a nosotros nos encanta verlos por la tele, ellos disfrutan también mucho cuando nos ven aquí en el velódromo entrenando o por la calle. Es recíproco.
P: Con el boom del ciclismo femenino, ¿lo habeís notado? Y como formadores ¿Cómo lleváis que cada vez haya más niñas que quieren ser ciclistas?
A: Este club siempre ha sido muy abierto. Hemos podido disfrutar desde hace décadas de mujeres directivas, corredoras, entrenadoras y es una gran alegría ver como el ciclismo femenino va a más. Es evidente que queda mucho por recorrer, pero las apuestas por los equipos femeninos son una gran alegría. Tenemos nosotros, además, una serie de corredoras que les encanta pasar las tardes con nosotros entrenando, los fines de semana compitiendo y evidentemente es una grandísima noticia.
«Es un escalador fantástico, sobre todo cuando hay dureza extrema»
P: El último gran prodigio de vuestra escuela ciclista es Pablo Torres ¿Cómo conocéis a Pablo?
A: ¡Fue Jaro! Los equipos profesionales deberían contratarle (risas). Creo que conoce a todos los juniors del país. Fue él quien descubre a Pablo en cadetes. Su techo, incluso nosotros, no lo conocemos. Pero sí que va a ser uno de los nombres del ciclismo español en la próxima década, eso lo tenemos claro.
J: Yo le conozco con 15 años que viene a apuntarse al club y era un claval como cualquiera que tiene ilusión por la bicicleta y recuerdo una anécdota que es buenísima: En uno de sus primeros entrenamientos, había mucha lluvia, nieve y mucho aire. A los 30 kilómetros de un entrenamiento de 90 me decía que se subía al coche y yo le decía que sí, que a 2 kilómetros hay un sitio para aparcar y que se subía ahí. Así estuvimos los 60 kilómetros restantes. Ahora dice el tío que le encanta correr con lluvia (risas). Ese día lo pasó mal encima de la bicicleta y ahora le encanta el frío.
Y tengo un sinfín de anécdotas. En su primer año junior corría desbocado, a lo loco, todo el día en fuga. Había una fuga, ahí estaba Pablo. Les cogían y se formaba otra fuga, ahí estaba Pablo. Era un potro.
Y luego, empiezas a analizar todos sus entrenamientos y números. Te hablo ya de su segundo año de junior y se veía que había corredor ahí. Así se lo transmitimos a Matxin.

P: ¿En qué momento os dais cuenta de que Pablo es un corredor especial?
J: Yo te diría que en juvenil de primero, en invierno. Hacíamos entrenamientos dobles y muy duros. Pablo hasta ahí era un corredor normal, pero vimos que evolucionaba muy rápido. De una semana a otra su nivel subía mucho y después te pedía más, más y más. Le apretabamos y él respondía y fue entonces cuando llamé a Ángel y le dije: «creo que aquí tenemos un perla». Habría que hablar con Matxin. Le hizo el seguimiento y ya en el 2º año viendo sus valores vimos que podía llegar a mucho más de lo que veíamos en un primer momento.
A: Yo me acuerdo cuando Indurain se bajo de la bicicleta y la gente pensaba que no había relevo. Nuestro ciclismo tiene siempre mucho potencial. El ciclismo español es una fuente inagotable de talento. Ayuso, Carlos Rodríguez, el propio Pablo, Pericas… Y de ahí la importancia de los equipos de formación. Son una cosa esencial para los grandes equipos el invertir en talento muy joven. Y por eso mismo creemos que es necesaría una remodelación del engranaje del ciclismo amateur y junior de cara al salto a profesionales.
P: Para quién no le conozca ¿Que pérfil ciclista tiene Pablo Torres?
J: Contrarrelojea cada vez mejor. En junior se defendía muy bien, pero recuerdo decirle que si quería ser el mejor junior del país, debía mejorar el sprint y lo hizo. De hecho, tiro de memoria, pero diría que ganó 2 vueltas por etapas por el «puestómetro» en los sprints. Cronea cada vez mejor pero es un vueltómano de vueltas duras. Y los puertos, si más largos, mejor.

A: Aún así, Pablo tiene una cosa que lo hace muy especial. Sus fortalezas son claras: un escalador fantástico, sobre todo en subidas de extrema dureza. Contra el crono… Ahí le ves, con 18 años ya fue 10º en la crono del Campeonato de España (10º a 1’49» de David de la Cruz), viniendo del Giro Next Gen. Pero lo que destaco de él es su cabeza. Tiene una cabeza privilegiada. Un chaval muy despierto, estudia a sus rivales. Dónde y a quién se va a enfrentar, pero sobre todo, tiene una tremenda ilusión y que si lo conjugamos con su calidad, podemos estar hablando de un corredor que dispute las vueltas por etapas, Paris-Niza, Dauphiné, Catalunya, Itzulia, carreras duras. Pero donde sobre todo lo vemos, es en las vueltas de 3 semanas.
«Pablo Torres va a ser uno de los nombres del ciclismo español en la próxima década»
P: Y si habría que tirar alguna comparación con algún corredor… ¿Cuál sería?
A: Aquí en el Sanse siempre hemos tenido a José Ángel Gómez Marchante como barra de medir a los escaladores. Viendo ese perfil fue de los primeros corredores que pone en apuros a Lance Amstrong. Yo recomiendo que todos vayáis a ver aquella etapa en el Mont Ventoux que gana Vinokurov (Ángel hace referencia a la etapa del Dauphiné Liberé del año 2004, en la etapa 4 con final en el Mont Ventoux) y suelta Marchante a Amstrong de rueda. A mí no me gustan las comparaciones, pero creo que Pablo estará a la altura de los grandes nombres de hoy que disputan las grandes vueltas. Creo que me puedo mojar en eso
Por cierto, una curiosidad. No se si sabes que Matteo Jorgenson, ahora en el Visma, paso por aquí. De manera muy breve por que se fue rápidamente con sus padres a los Estados Unidos y en este rango de corredores yo veo a Pablo. Si hablamos de un valor top, no tengo ninguna duda con Pablo Torres. Hace falta que madure pero creo que está en un lugar fantástico para desarrollar su potencial. Puede ser uno de esos corredores que dentro de 3-4 años estemos hablando de que forma parte de la nueva generación ciclista dominante.